jueves, 7 de julio de 2016

¿Especies exóticas? No, gracias

Ayer, haciendo una de mis rutas habituales por Ledesma, me llevé una muy ingrata sorpresa, al encontrar un galápago de Florida soleándose en un cahorzo de la rivera de Cañedo:

Galápago de Florida (Trachemys scripta elegans).


Como muchos sabrán, este galápago NO es autóctono, sino que proviene del continente americano: Su exportación masiva a finales del siglo pasado desde EE.UU y posterior comercialización en España, hizo que rápidamente se convirtiera en la mascota de mucha gente, que tras un período de tiempo, se cansó de tenerlo en casa y lo soltó (en la mayoría de casos con la mejor intención, eso sí) en un ambiente que no era el suyo, es decir, en nuestros ríos, en nuestras lagunas, en nuestros arroyos, en nuestras charcas...avocando a estos medios acuáticos a un gran desastre medioambiental con difícil solución.

Y mucha gente se preguntará: ¿Y eso por qué iba a pasar?

Pues bien; a simple vista puede parecer un animal inofensivo para el resto de la fauna con la que va a cohabitar en el nuevo entorno que le proporcionaremos, pero nada más lejos de la realidad: es un voraz competidor de nuestros galápagos autóctonos (el europeo y el leproso), con los que rivaliza por el alimento y por el espacio, desplazándolos siempre por su mayor tamaño y agresividad.
Y por si fuera poco, muchas veces es vector de enfermedades y transmite parásitos a otros animales.


 Por tanto, un animal de estas características no pinta absolutamente nada en una rivera de Ledesma.

Por este motivo, pido a toda esa gente que aún tiene estas tortugas en casa que, antes de deshacerse de ellas en un medio natural que no es el suyo, sopese sobre las repercusiones que tendrá esa simple acción en nuestra fauna a medio-largo plazo, y tome una decisión en base a esto.
No degrademos más la frágil naturaleza que aún nos queda.


Muchas gracias.

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