viernes, 12 de abril de 2013

Un fin de semana en el valle de Liébana (2ª parte)

-La tarde del 29 (cuando llegó Alberto) fue la peor de todas, ya que no paró de llover hasta bien entrada la noche.

Aun así, nada más llegar él, nos dirigimos a un pueblito de la zona, Frama y después a visitar el monasterio de Santo Toribio de Liébana, aunque nosotros ni lo pisamos. Nos dimos una vueltecilla por los alrededores.
Únicamente oímos un Bisbita Arbóreo, y los típicos...

Al día siguiente nos levantamos Alberto y yo a la misma hora del día anterior para buscar Camachuelos por Potes, pero una vez más, nos dieron esquinazo.

Como más destacable, vimos un Lúgano, varias Lavanderas Cascadeñas y un Mirlo Acuático que se daba un bañito relajante en las tranquilas aguas del Quiviesa:




Mirlo Acuático (Cinclus cinclus).

Aquí un vídeo de Alberto sobre la escena.


Lavandera Cascadeña (Motacilla cinerea) hembra.


Y después de esto, nos dirigimos a la localidad de Argüebanes, a hacer una ruta por un robledal cercano al pueblo. Principal objetivo: Pito Negro. Volvió a fallar...



Antes de empezar la ruta, en el mismo pueblo de Argüebanes, un grupo de unos diez Lúganos nos recibieron:


Lúgano (Carduelis spinus) macho.


Y nos adentramos en el bosque...nada más entrar, un pícido reclamando. Se trataba de un Pico Mediano. Ese fue el primero del día, y acabamos viendo tres parejas más, y otros tantos oídos...
También vimos una pareja de Picos Picapinos, que como ya dije en la anterior entrada, son aves que pueden compartir territorio: el Pico Mediano, al poseer un pico más delicado, no puede perforar con facilidad la madera, al contrario que el Pico Picapinos. Por eso, al no establecerse una competencia directa, es posible encontrarse a estas dos especies en un mismo hábitat:

Pico Mediano (Dendrocopos medius).

Cuando estábamos intentando fotografiar a este "pequeñín", oímos un ruido detrás nuestro; al darnos la vuelta vimos un Corzo macho que no tardó en huir.
Acabamos viendo al final de la mañana un total de tres ejemplares, pero sólo uno tuvo el detalle de posar para la cámara:

Corzo (Capreolus capreolus).


También nos fijamos en los rastros que encontramos, viendo huellas y letrinas de Tejón, un posible (casi seguro) excremento de Lobo, abundantes huellas de Corzo y alguna de Ciervo:

Huella de Tejón (Meles meles).

Letrina de Tejón (Meles meles).


Posible excremento de Lobo (Canis lupus signatus).


Vimos las típicas avecillas forestales, como Trepadores Azules, Chochines, Pinzones Vulgares, Zorzales Comunes, Arrendajos, Pitos Reales...y un par de Agateadores que finalmente dimos como Comunes:

Trepador Azul (Sitta europaea).


Cuando salimos a campo abierto vimos unas cuántas rapaces:



Una Culebrera que nos dio varias pasadas, una pareja de Gavilanes, un Azor, un Halcón Peregrino y varios Buitres Leonados:

En vuelo de caza.


Águila Culebrera (Circaetus gallicus).


Azor (Accipiter gentilis).



Halcón Peregrino (Falco peregrinus).

Cicleó durante medio minuto más o menos y bastante cerca de nosotros, pero la velocidad que llevaba era considerable, y ahí están las fotos (testimoniales) para demostrarlo.



La ruta en principio era de unos 5 km, pero como íbamos a otras cosas, no nos dimos cuenta de que ya habíamos caminado bastante más. Al rato nos dio por pararnos y pensar en dónde estábamos; pues estábamos perdidos. Y así fue, acabamos desembocando en un pueblo llamado Lon, situado a casi 2 km de Argüebanes:



En unas alamedas del pueblo vimos un Pico Mediano "granívoro":

Pico Mediano (Dendrocopos medius).


Eso de que era "granívoro" lo digo porque lo pillamos con un fruto en el pico. Se aprecia perfectamente en la foto:



Al final de la tarde fuimos a hacer otro intento al Picamaderos Negro en otro robledal, pero nada de nada.


Y ya por último, el domingo 31, fue el día elegido para las aves alpinas, en Fuente Dé. Ya contábamos con que no iba a ser fácil verlas (excepto la Chova Piquigualda, que nunca falla por allí).
Todo el terreno estaba cubierto por la nieve, y precisamente ese fue uno de los factores negativos. Si no hay prados, no hay alimento, y si no hay alimento, no hay aves.
Por suerte, sí que había pequeñas "islas" en medio del inmenso mar de nieve, los únicos lugares donde podríamos ver algún pájaro:



Cuando llegamos a la estación de Fuente Dé, lo primero que vi fue un Escribano Montesino, que no tardó en alzar el vuelo:

Escribano Montesino (Emberiza cia).

Y subimos en el famoso teleférico, que nos llevó hasta la estación superior. Desde el mismo teleférico, ya pude ver a las primeras Chovas Piquigualdas que vinieron a recibir a los turistas (o mejor dicho, a su comida):



Cernida.







Chovas Piquigualdas (Pyrrhocorax graculus).

Como se observa en varias de estas fotos, muchas Chovas están anilladas. El grupo ibérico de anillamiento de León lleva bastante tiempo marcándolas con anillas con códigos alfanuméricos. 

En total, leímos un total de 24 anillas, que cuando reciba sus historiales, publicaré en este blog:


-VHX     -V36      -UUJ
-VFH      -V41      -UVF
-VFW     -V51      -UVT
-VJC       -V6T      -UXV
-VJF       -V5H      -UV2
-VF7       -V2V      -UV3
-VJH       -UN6     -VCX
-VJN       -UN8     -TRL


Avanzamos un poco a ver si podíamos ver algún pajarillo más: únicamente un par de Bisbitas Alpinos (ya con plumaje nupcial) y varios Colirrojos Tizones (que también son aves alpinas).
Y como aves grandes, un Águila Real subadulta, varios Cuervos y alguna Chova Piquirroja.

Y descansando sobre una peña, un Rebeco Cantábrico, especie emblemática de Picos de Europa.
Estaba descansando tranquilamente hasta que llegó un grupo de excursionistas y lo espantó:



Digiscoping de Alberto.

Rebeco Cantábrico (Rupicapra pyrenaica).


Después de una hora larga, cuando ya estábamos desesperados al no ver casi nada, nos pasó volando por encima un pajarillo pardo, que se posó en una "isla" a lo lejos. Al mirarlo con prismáticos: ¡Acentor Alpino! Por fin...ya era hora de que apareciera algo.

Nos fuimos acercando lentamente hasta que lo llegamos a tener a casi tres metros, pero el pajarillo seguía a lo suyo:

En la lejanía...









Acentor Alpino (Prunella collaris).


Como no esperábamos encontrar mucho más, dimos la vuelta para poder llegar con luz a Ucieda, un pueblo cántabro, dentro del P. N Saja-Besaya, donde habita el Picamaderos Negro.

Comimos en la estación superior. Como era de esperar, a los 2-3 minutos ya estaban las Chovas esperando impacientemente su ración. Fue aquí cuando más anillas leímos, ya que a simple vista podíamos leer los dígitos:



V41 pilló un buen cacho. Todas las que conseguían buenos trozos, se iban y no volvían.

Chova Piquigualda (Pyrrhocorax graculus).


Ya abajo, vimos una pareja de Alimoches cicleando a gran altura, Trepadores Azules y Carboneros Comunes, Garrapinos y Palustres en unos pinos.

A media tarde llegamos a Ucieda. Hicimos una ruta de unos 8 km. Oímos Picos Medianos y vimos tres Carboneros Palustres, como más destacable:

Robledal.


Y aquí terminó el viaje.
Con la espinita clavada del Picamaderos Negro, Gorrión Alpino y Treparriscos, ya tenemos excusa para volver, quizás el próximo verano...quien sabe...


Las dos crónicas de Alberto, se pueden ver aquí y aquí.


UN Saludo.

1 comentario:

  1. No puedes ponerle queja a la jornada que has resumido en esta crónica. Las ´piquigualdas' del cable, tan agradecidas y no digamos ese bonito acentor alpino. Además, por la mañana ya os llevásteis la ración de pícido.
    ¡¡Estancia en Picos, bien aprovechada!!
    Siempre hay que dejar 'algo' en el bolsillo para volver.
    Un saludo de 'ojolince y sra.' desde Pucela.

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