Muchos lo han extrapolado a otras clases de animales (o plantas), como herpetos, mamíferos, odonatos...entre los que me incluyo.
Muchos de los últimos bimbos que he conseguido han sido en territorio cántabro, por supuesto, gracias a Alberto y familia.
Empezaremos con algunos del verano pasado:
Onychogomphus uncatus macho.
El día 24 de agosto vimos varios ejemplares de esta especie en el río Pisueña, a su paso por Sarón.
Platycnemis acutipennis macho.
Aeshna cyanea hembra.
En varios sitios la vimos a lo largo del día, pero sólo fue en Peñacabarga donde se dejó fotografiar.
Muy confiada, como podemos ver en esta foto.
Lagartija de turbera (Zootoca vivipara).
Esta preciosidad la encontramos un día después en Alto Campoo, gracias a Manu Estébanez, que nos llevó hasta el lugar.
Sin duda, una de las estrellas del viaje.
Por último, un pájaro, que no fue bimbo, pero sí todo un reto en cuanto a la identificación: una gaviota. Reposaba solitaria en unas peñas junto a Cabo Mayor:
Lo que rápidamente llamó nuestra atención fueron las patas rosáceas, nada frecuentes en las patiamarillas de Santander según Alberto, y el manto de un tono gris muy claro, exactamente igual a las argénteas vistas en Bournemouth (S Gran Bretaña) en abril.
En la serie de imágenes este rasgo sólo es visible en la siguiente foto, donde la vemos en vuelo. En el resto no se refleja el color real debido a que estaba reposando a la sombra sobre una roca. Por si fuera poco, yo bajé el punto de exposición en la cámara.
Esto último suelo hacerlo con casi todas mis fotos, sobre todo en Salamanca, donde abundan los días soleados, y suele ser necesario bajar la exposición para evitar una foto quemada (con las gaviotas pasa mucho, al ser blancas).
De todas formas, en este tipo de observaciones lo que realmente cuenta es la observación en el campo (y más aún cuando las fotos no son de calidad, como es el caso):
-Color del iris: Muy pálido, válido para ambas especies:
Quizá la aparente larga proyección pueda deberse a la inminente caída de P9 y P10, ya que se aprecia que son plumas viejas, y por tanto, deberá mudarlas no tardando mucho. Aun así, esto sólo es una hipótesis, y tampoco considero este rasgo como definitivo:
-Estructura general: No soy capaz de decantarme hacia ninguna de las especies, debido a mi inexperiencia. Varias opiniones apuntaban a patiamarilla...
-Muda: Viendo muchas fotos en internet, tampoco podría decidirme entre una u otra, en vista a las grandes variaciones en cuanto a muda que se dan en estas especies (y en otros muchos láridos):
Enlazo aquí unas fotos hechas por Maarten van Kleinwee, en Holanda, durante el mes de septiembre (fechas similares a la observación de nuestra gaviota, el día 22/08).
Por último, unas fotos de patiamarillas de esta edad hechas en Etaples, al NW de Francia, en el mes de septiembre también, procedentes de la web de Gull Research. Al parecer, esta zona es ocupada mayormente por la subespecie michahellis, que suele llevar la muda algo adelantada respecto a lusitanius, la subespecie de patiamarilla predominante en el Cantábrico, pero creo que en este caso las fotos pueden servir para la comparación.
Sacamos conclusión principal que la mejor época para ver gaviotas no es el verano, ya que el estado del plumaje no ayuda en la identificación, sino todo lo contrario.
Esta gaviota quedará en el limbo, pero yo apuesto por una argéntea, fijándome en el tono del manto sobre todo, el rasgo más distintivo cuando es adulta o tiene plumas tipo-adulto, siempre que la observación sea cercana, como fue la nuestra.
Un saludo,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario