Atardecer en la Salina Grande, Villafáfila.
El pasado domingo, nos juntamos en Villafáfila un grupo de naturalistas zamoranos, y también leoneses, para celebrar la comida de navidad, y sobre todo, para charlar de muchísimos temas, aunque el eje central ya se sabe que fue la naturaleza y los seres que la habitan:
Foto de los asistentes.
Sin duda esto fue lo mejor del día: los reencuentros, las nuevas caras, las conversaciones y la comida, porque la reserva no dio mucho de sí; los principales protagonistas del invierno, los ánsares, llegan con cuentagotas, y esto reduce mucho las posibilidades de leer collares o de buscar otras especies de gansos infiltradas.
Aun así sacamos algo más de sesenta especies, entre las que destaco Tarro blanco, Zarapito real, y Ortega, por verlas de forma muy escasa o inexistente en mis zonas habituales de campeo.
Al día siguiente, mi padre y yo estuvimos por La Nava, donde al parecer la población invernante de ánsares no está cayendo tan en picado como la de Villafáfila, pero aun así está decreciendo, año tras año.
Niebla en la Ctra de Mazariegos a Fuentes de Nava.
Al llegar, pillamos un persistente banco de niebla, que no abrió hasta las 11:30, hora a la que empezamos a buscar pájaros con éxito. Antes, estuvimos en el Observatorio de El Prao, donde sólo el Rascón y alguno de sus colegas del carrizo, como la Gallineta o el Ruiseñor bastardo, asomaron la cabeza.
Nada más levantar la niebla, miramos La Güera. Allí, un Halcón peregrino posado muy lejos (1 km según Google Earth), cuatro Agujas colinegras, un macho de Aguilucho pálido, algunos pajarillos comunes, y un collar de ganso fue todo lo que se dejó ver:
Petirrojo (Erithacus rubecula).
Bisbita alpino (Anthus spinoletta).
Aguilucho pálido (Circus cyaneus) macho.
Ánsar común (Anser anser) con collar negro 0|CF.
Un ganso marcado en Doñana en 2011. Se conoce bien La Nava y también Villafáfila.
Entre los que comían a los lados de la Ctra Mazariegos - Fuentes de Nava, uno quiso acercarse a saludar:
Ánsar común (Anser anser) con collar azul GR6.
Un viejo conocido de mi última visita a La Nava, cuando estuve buscando la famosa Barnacla cuellirroja que invernó entre diciembre de 2013 y enero de 2014. Fue anillado en Noruega y tiene observaciones en Villafáfila también.
A mediodía, aparecieron los "raros" del grupo:
Ánsares índicos o indios (Anser indicus).
Desde hace semanas seis ejemplares de esta especie se dejan ver por el entorno de la laguna. Nosotros pudimos ver dos.
Ánsares caretos (Anser albifrons).
Ocho eran los caretos presentes. Se movían en grupo.
Tres Cisnes vulgares los acompañaban:
Cisne vulgar (Cygnus olor).
La última parada que deparó observaciones de interés, fue la laguna de Boada. De camino cruzaron Gavilanes, Cuervos, Buitrones y hasta Andarríos grandes.
Gracias a un rápido aviso de Alfonso Rodrigo, supe que allí había una Gaviota enana. No hizo falta echarse los prismáticos al cuello para distinguirla volando sobre la lámina de agua, sorteando Tarros blancos, Combatientes, Agujas, o Avocetas a su paso:
Su vuelo, más parecido al de un fumarel que al de una gaviota, hizo más que fácil su detección. Era el único pájaro en movimiento continuo por los bordes de la laguna.
Gaviota enana (Hydrocoleus minutus) de 2º w (2º cy).
Podrían surgir dudas a la hora de datarla (yo de hecho, me confundí en un primer vistazo), entre el 2º w y el adulto, descartando por completo al ejemplar de 1º w, que muestra negro en el borde de la cola, y un dibujo muy llamativo en la vista dorsal, en general con forma de "W" oscura.
Las claves para dar con su edad, las encontramos en las dos primeras imágenes:
- Muestra pequeñas pintas negras en la punta de las primarias.
En nuestra gaviota, esas motas se extienden entre P8 y P5, pero este es un rasgo variable, y pueden presentarlas desde P10 hasta P5.
La ausencia de estas manchas revelaría un ave adulta.
- El "underwing" o vista ventral del ave, es claramente bicolor, existiendo contraste entre las axilares (gris claro o blanco a distancia) y las primarias y secundarias (muy oscuras o negras a distancia).
En las aves adultas, no existe esta diferencia de color, siendo el ala negruzca en prácticamente toda su extensión.
Es por tanto, un ejemplar nacido en 2014, seguramente en algún país de Europa del Norte. Quizá en Finlandia o Rusia...
Después de escudriñar bien la laguna, estuvimos comiendo en el pueblo fantasma de Boada, donde un Mochuelo y un Aguilucho lagunero amenizaron el almuerzo.
Pero eran casi las 17:00 y había que volver a Salamanca, así que no dio tiempo para más.
Desde aquí, quiero dar las gracias a José Barrueso por facilitarme de forma casi instantánea los historiales actualizados de los dos ánsares que leímos, para hacer esta entrada.
¡Hasta otra!