Las primeras estaban 100% aseguradas, pero no la segunda, que ya nos falló el verano pasado.
El primer día de pajareo serio fue el sábado, y el destino, Las Arribes del Duero. El objetivo principal, por supuesto, el Águila Perdicera.
Durante el día nos movimos por tres zonas: El Puerto de la Molinera, Saldeana y la presa de Almendra.
Por la noche estuvimos a Cárabos cerca de Ledesma.
La temperatura fue bastante agradable durante prácticamente todo el día, llegando a alcanzar los 19ºC (Arribes es un microclima).
Algunos paisajes:
El Cachón del Camaces, en el Puerto de la Molinera.
Baja con fuerza este año...
El Río Huebra en el Puerto de la Molinera también.
Alberto revisando unos riscos...
Un riachuelo cerca de Saldeana.
A primera hora de la mañana, subidón, ¡la Perdicera! Era el macho, y estaba posado en una torreta eléctrica, pero algo lejos, como es habitual en la especie. Aun así, se veía muy bien con telescopio, y lo disfrutamos durante un buen rato:
Águila Perdicera (Aquila fasciata) macho.
Mostrando su característica mancha blanca en el dorso.
Al rato voló y se posó en una peña mucho más lejana que la torreta, pero sorpresa: ¡se juntó con la hembra!
Macho a la izquierda y hembra a la derecha.
Después de unos minutos, comenzaron a copular. Y al poco tiempo, se perdieron entre los cañones.
Ya se pudo ir Alberto contento para Santander, porque esto no es algo que se vea todos los días:
Cópula.
Águilas Perdiceras (Aquila fasciata).
Bisbita Pratense (Anthus pratensis).
Ya están mudando el plumaje. Se les nota más "limpios".
Lavandera Cascadeña (Motacilla cinerea).
Tarabilla Común (Saxicola torquatus) hembra.
Escribano Montesino (Emberiza cia) macho.
Rabilargos (Cyanopica cooki).
Se creía que Arribes tenía una de las últimas poblaciones salvajes de Paloma Bravía de la provincia, pero en los bandos que sobrevuelan los cortados ya se puede ver alguna cimarrona, como la de la foto:
Paloma Bravía var. doméstica (Columba livia).
Paloma Bravía (Columba livia).
La mayoría de ellas porta el fenotipo de la Paloma Bravía salvaje, pero la presencia de otras aves con el fenotipo de cimarrona, hace pensar que su origen no sea salvaje al 100%.
Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica) macho.
Lagartijas Ibéricas (Podarcis hispanica) hembras.
Allí nos llevaríamos una buena sorpresa; cuando habíamos parado a comer en unas peñas (con los prismáticos al lado, por supuesto), vimos una mariposilla que trepaba por la pared vertical que teníamos en frente.
No podía ser otro: el Treparriscos.
Sé que a Alberto le hubiera gustado más un Picogordo cerquita y con buena luz, pero es lo que hay.
Unas fotos y un vídeo que le grabé:
Una de digiscoping:
Treparriscos (Tichodroma muraria).
Y el vídeo:
Una foto de la roca por donde se movía el Wallcreeper (del inglés, wall, pared y creeper, trepador):
El Treparriscos es un ave poco citada en la provincia, pero no será por hábitat, pues Salamanca cuenta con las Arribes y sus inmensos cortados, y con la Peña de Francia, en el sur, que también dispone de hábitat adecuado para la especie.
Sin duda alguna debe haber varios Treparriscos invernando sólo en las Arribes, ya que paredes como las del vídeo hay cientas por todo el parque, y mucha casualidad hubiera sido que el único ejemplar invernante estuviera en una de las que miramos.
Arribes tiene zonas donde sólo los Buitres alcanzan, y sólo ellos saben lo que esconden...
Uno de esos Buitres:
Buitre Leonado (Gyps fulvus) adulto.
Buitre Leonado (Gyps fulvus).
Y sobrevolando los cortados, la reina de las aves, muy elegante, como siempre:
Águila Real (Aquila chrysaetos) adulta.
Otra vista del Huebra.
No me canso de poner estas fotos...
Acabamos la tarde en la presa de Almendra, donde no vimos nada reseñable, ni siquiera los Halcones Peregrinos.
Únicamente varios Buitres Leonados, Aviones Roqueros, varios Somormujos Lavancos y un puñado de Gaivotas Sombrías:
Al borde del precipicio...
Buitres Leonados (Gyps fulvus).
Somormujo Lavanco (Podiceps cristatus).
Ya asoma el plumaje de primavera...
Para acabar la tarde nos acercamos a una zona cercana a Ledesma donde sabía de la presencia de Cárabos Comunes por egagrópilas que recogí hace ya unos años:
Atardecer en el campo charro.
Cuando ya íbamos a desistir en su búsqueda, oímos el reclamo de un ejemplar a lo lejos.
Al rato lo vimos sobrevolando, y venía acompañado.
¡Una pareja de Cárabos poniendo música al final de una jornada ornitológica así no tiene precio!
No conseguimos hacer fotos decentes. Solamente Alberto pudo hacer algo en vuelo donde se distinguía poco más que un borrón.
Pero no acabó aquí la cosa; seguimos por otra zona de Ledesma buscando esta vez al Gran Duque, pero sin suerte.
Oímos varios Sapos Parteros, pero debido al gran parecido de sus cantos y a nuestra inexperiencia con los sonidos de los anfibios, sólo los pudimos dejar en Alytes sp.
Y aquí sí, acabó el recorrido.
Volvimos a Salamanca contentos por las observaciones y por el día en general.
¡Hacía tiempo que Arribes me debía una jornada así!